Las galletas me encantan, y si llevan coco o chocolate ya me tienen ganada, asi que cuando ví a Silvia estas ya sabía que las tenía que preparar porque eran éxito seguro y no fallé en nada porque están bien buenas.

Además son de las que me gustan hacer, de las de hacer bolitas o también de las de cucharada, vamos que no hay que extirar la masa, cortar...

Tienen un sabor y una textura asombrosa porque son crujientes aunque el coco le aporta una cierta humedad y ya encontrarte las pepitas por ahí, hace que se forme una explosión de sabor en la boca. Vamos que no os las podeis perder.

En un bol batimos la mantequilla con los azúcares hasta tener una crema pálida y espumosa. Después se añade el huevo y la vainilla continuando con el batido hasta que esté bien integrado.

Se añade después la harina, sal y levadura todas ellas tamizadas y mezclamos. Por último se añade el coco y chocolate que mezclaremos con una lengua.

Cubrimos con papel film y metemos en la nevera unos 10 - 15 minutos.

Precalentamos el horno a 180ºC y forramos una bandeja con papel, y vamos hciendo bolitas del tamaño de una nuez que iremos distribuyendo por la bandeja dejando un espacio entre ellas ya que creceran un poco.

Dejamos en el horno unos 20 minutos o cuando veamos que están doradas. Sacamos y dejamos enfriar totalmente en rejilla.

Vengaaaaaaaaa coged una antes que cierre la cajita

Ahora estamos teniendo más visitas en casa de lo habitual, claro quieren conocer al peque, y como buena anfitriona me gusta tener siempre algo que ofrecer a las visitas. Siempre en casa hay embutido, queso, patatas... y algo dulce para sacar. El otro día me dió por tener algo dulce por si venía alguien, y no ya para la hora del té que sería el momento más apropiado para estos cuadraditos. Quería hacer algo que no me llevase mucho tiempo, porque la verdad es que dispongo de poco, y del libro de pastas a gogó saqué esta idea, muy buena y refrescante por lo del limón ya que aún no hace malo. Si quieres un cachito estais invitados.

Ponemos la harina junto al azúcar glass y la mantequilla en un robot de cocina, hasta que tengamos una masa firme. Colocamos la masa en un molde que hemos engrasado y forrado previamente de 26 x 19 y poco profundo.

Horneamos durante unos 12 - 15 minutos con el horno precalentado a 180ºC hasta que se dore con cuidado que no se tueste.

Para la capa superior batimos los huevos hasta tener una crema espongojosa. Poco a poco se va agregando el azúcar y batiendo hsta tener una mezcla espesa y espumosa. Añadimos las ralladuras y el zumo.

Después incorporamos la harina junto con el bicarbontao volviendo a batir. Vertemos la masa sobre la base ya horneada y vovlemos al horno unos 20 - 25 minutos hasta que la masa tome un tono dorado.

Dejar enfriar en el molde y luego cortar en cuadraditos.

Esta es una de esas recetas que se hacen casi solas, es lo bueno que tiene el horno, para muchos seguro que es simplemente el armario de las sartenes para mi es, no sé, realmente no se que haría sin él, ya que le utilizo mucho, lo peor que llevo es su limpieza, pero como puede ensuciarse partes como debajo de la bandeja, es que no me lo explico. Bueno a parte de esto, sigo con esta idea que nos sirve como picoteo, como primer plato y además admite variantes, hecho tal cual es totalmente vegano, pero si le quiers dar un toque diferente se le puede añadir jamón o gambas.

Para hacerlo he utilizado las nueva plancha lisa terra de Bra, es una nueva colección de cocina sostenible en la que se necesita muy poco aceite, menos energía ya que coge antes temperatura y menos agua porque se limpia estupendamente por su revestimiento antiadherente de TEFLON color gold. Además la plancha se puede utilizar tanto en horno como en vitro.

Vamos que yo sigo encantada con mis BRA, ya sea en su versión orange como ahora en la terra

Limpiamos los champiñones y nos quedamos con los sombreros, los tallos les podemos utilizar en otro momento para otra cosa (revuelto, croquetas...)

Colocamos los champis en una fuente de horno, yo he usado Bra terra antiadherente, y echamos un pelin de sal en cada uno de ellos.

A parte preparamos un mejunje con el ajo picado, el vino, limón, aceite y cayena, con el que rellenaremos cada uno de los champis.

Introducimos en el horno precalentado a 180ºC durante 20 minutos.

Pasado ese tiempo sacamos del horno y en una sartén vamos echando todo el jugo con los ajos y demás que han ido soltando, aqui si queremos podemos añadir una loncha de jamón hecho daditos y pondremos al fuego a reducir.

Los champis les pasamos por una sartén vuelta y vuelta, y rellenamos de nuevo con la salsa ya reducida.  

Sé que llevo unos días un poco desconectada, pero es por una razón de peso,  y es que he sido mamá. Tras un largo horneado, ¡¡¡¡lo que se ha hecho esperar mi bollito!!!!, y es que las cosas para que estén bien llevan su tiempo, y este se ha hecho desear porque no se si es que no encontraba el camino (su padre se pierde hasta con GPS) o es que estaba muy agusto, el caso es que el pasado día 12 nació Samuel, mi peque. Nunca podría haber imaginado querer tanto a una personita que acabo de conocer, aunque claro llevamos juntos ya un tiempo y pese a no conocernos personalemente, sólo de la eco 4D y de cuando notaba sus patadas y estiramientos.

Se oyen  muchas cosas sobre los sentimientos que se tienen ante esta nueva situación, pero la verdad es que hay que vivirlo porque aún teniendo un vocabulario rico en adjetivos no sabría decir todo lo que estoy sintiendo en este momento: decir que estoy feliz, es quedarme corta. Aunque por otro lado siento un acojono...  y mira que tengo experiencia en niños, pero de los de otros.

Bueno cambio de tema que me pongo ñoña y como estoy en un momento dulce pues traigo algo así... dulce.
Hace mucho que no preparaba unos vasitos con fruta y queso, son como una especie de triflé o tiramisú, la verdad es que no se muy bien como llamarlos pero desde luego lo que se puede decir es que en casa gustan mucho. Asi que lo que suelo hacer son variaciones a ver que tal queda utilizando unas frutas u otras y añadiendo nuevos sabores

De momento el tiramisú de fresa y los vasitos de queso y frutos rojos son los que lideran el ranking, creo que es porque son mucho de frutas rojas, pero estos con chocolate han entrado fuerte.

Seguiré haciendo inventos y si resultan bien ya os los enseño, porque a veces son verdaderas mezclas explosivas.

Ponemos el mascarpone y las natillas en un cuenco y los mezclamos bien con una cuchara o espátula, no batirlo demasiado o quedará muy líquido, y tiene que ser una crema.

Rompemos los bizcochos en daditos y los colocamos en los vasos donde vamos a presentar les bañamos con el jugo de la mandarina.

Cubrimos con gajos de mandarina y después con crema de queso y chocolate, volvemos a colocar otra fila de mandarina para terminar con crema.

Espolvoreamos unas lascas de chocolate blanco y un gajo de mandarina para terminar.

Los muffins y las magdalenas parecen los grandes olvidados tras el gran éxito y aceptación que tienen los cupcakes en el mundo, creo que no existe un blog que no haya hecho al menos una receta de cupcakes. Bueno y muchos hay en cuyo nombre aparece la palabra cupcake. Pues hoy yo me planto y resucito a los muffins, esos grandes olvidados por tener menos decoración pero también menos calorias que hay que tenerlo en cuenta.

La idea de hoy es de un libro que se llama Muffins, del cual he preparado ya algunos y siempre resultan bastante acertados. Me he decantado esta vez con un toque diferente ya que son de papaya, una fruta muy buena y con muy pocas calorias, además de ser de esas tropicales que a mi tanto me gustan.

No os entretengo mas y os dejo con la receta, probad y me decis.

Cortamos la papaya por la mitad para retirar bien las pepitas, la pelamos y cortamos la pulpa en dados. Reservamos algunos para decoración.

A parte vamos a preparar un relleno con el queso, azúcar y vainilla, lo reservamos para más tarde.

En un bol mezclamos la harina con la integral, la levadura, bicarbonato y las especias, una vez bien mezclado, se agregan las avellanas y volvemos a mezclar.

En otro bol vamos a batir los ingredientes húmedos, comenzamos batiendo el huevo con los azúcares (blanco y moreno), después agregamos el aceite, yogur y los dados de papaya, lo mezclamos todo bien e incorporamos la mezcla de harinas removemos hasta tener una masa homogenea.

Vertemos la mitad de la masa entre los moldes de muffins. Después se pone en cada muffin una cucharadita de la mezcla de queso y terminamos de rellenar los moldes.

Introducimos en el horno precalentado a 180ºC durante 25 minutos. Pasado el tiempos sacamos y dejamos enfriar en rejilla

Servimos con los dados de papaya restante y azúcar glass espolvoreada.

Antes de nada siento haber estado un poco ausente, aunque dije que volvia tras las fiestas con la apertura del curso escolar y mañana ya se incorporan los peques al cole, asi que he cumplido. Y traigo una mermelada para que unten las tostadas del desayuno y comenzar con fuerza.

Este año los ciruelos de la finca no han dado una gran producción ya que son bianuales, vamos que un año dan casi toneladas y al año siguiente te puedes quedar con las ganas. Pero para sacar unos cuantos botes de mermelada ya da, y es que desde que hice mi primera mermelada de moras uhmm me ha aficionado bastante a probar con nuevas frutas y sobre todo a echarle distintas especias porque le dan un toque genial.

Esta mermelada la hice ya hace un par de semanas, y claro nos hemos puesto a comer, a repartir y casi cuando me he dado cuenta digo... si no la he puesto en el blog, asi que al lio para que podais preparar esta rica mermelada.

Para hacer las etiquetas, normalmente las hacia yo el diseño y demás pero he encontrado un programa interesante porque solo hay que rellenar y ya está, los modelos que he puesto son los dos gratuitos os dejo el enlace por si os interesa es en Jam Labelizer. 

Pues nada si os apetece untar una rebanada de pan para desayunar...

Pelamos las ciruelas para mayor facilidad las escaldamaos unos 30 segundos, les quitamos también la pepita, en este momento cuando lo pesamos y tenemos que tener el kilo, si hay mas cantidad el resto de ingredientes irá en proporción a la cantidad de ciruelas.

Pelamos y descorazonamos las manzanas, las cortamos en dados y añadimos a la cazuela con las ciruelas.

Ponemos al fuego medio unos 15 minutos para que vaya soltando agua y removemos de vez en cuando. En ese momento agregamos el azúcar removiendo bien para mezclar todo, agregamos el zumo de limón, el palo de canela y las semillas de las vainas de caradamomo, dejamos cocinar durante 30 minutos removiendo,.

Después quitamos el palo de canela y pasamos por un pasapurés. Rellenamos los botes que tenemos preparados bien limpios y pasteurizados. Cerramos bien y volteamos para hacer el vacio.

Otra propuesta: