Vamos a ver se supone que estamos en primavera, no?? cuando iba al cole la primavera era esa época en la que te empezabas a quitar el abrigo, bufanda y podías en momentos estar en manga corta. Pues la semana pasada vino esta estación pero solo de calendario porque vuelta al frio, lluvia, nieve... Horror!!!

Asi que en casita a pasar el domingo, que además toco cambio de hora y qué mal me siente que me roben también esa horita tan rica. Asi que lo mejor para desquitarme del cabreo encedí el horno, para calentar un poco el ambiente y llenar la casa de buenos aromas.

El resultado unas magdalenas muy muy ricas y además con la operación bikini (si es que llega el buen tiempo en algún momento) siempre viene bien un poco de dulce saludable, además lleva fruta , unas ricas naranjas que me trajeron el otro día unos amigos de Valencia, del árbol a casa, asi que remordimientos fuera.

Bueno pues sin más os dejo que cojais una y a coger fuerzas para esta semana que entra y que aún sigue siendo invernal.

Tamizamos la harina junto con la levadura y reservamos.

A parte mezclamos la ralladura con el zumo de naranja.

Batimos en un bol el aceite junto con el edulcorante y los huevos, hasta que esté bien mezclado. Después le añadimos el zumo y la almendra, volvemos a mezclar todo, la nata habrá que integrarla bien. Ya sólo nos queda la harina.

Vertemos sobre las cápsulas que hemos preparado en una bandeja para magdalenas y llenamos las 3/4 partes, ponemos unas almendras fileteadas por encima de cada uno.

Introducimos en el horno precalentado a 150ºC durante 30 minutos, pasado el tiempo dejamos enfriar un poco en el molde y sacamos para enfriar totalmente en rejilla.

Después del chiffon que os enseñé el lunes y que casi no probé porque... Me he puesto en operación "quiero quitar esos kilos de los embarazos que se han quedado ahí y no quieren marcharse" así que me he puesto en manos de una dietista que conocí hace tiempo y es muy buena, vamos es mi dietista de confianza. Porque una cosa tengo claro, paso de hacer dietas milagro que se encuentran por ahí, con esta me analiza y me cambia lo que debo comer según vaya perdiendo grasa, líquidos o incluso masa muscular.

El primer mes no pude comer nada de hidratos y tenía una ganas de pasta, así que cuando ya me ha dejado ha sido la bomba, me propuso un par de recetas, una con brócoli... horror!!! no me gusta nada esos miniarbolitos y la otra con champis y gambas, pero como yo no puedo comerlas las he sustituido por mejillones y lo he preparado a mi manera. El resultado muy bueno y de dieta asi que me ha encantado. Vermos cuando me toque pesaje que tal ha ido. Os dejo la receta porque sé que os encantará.

Limpiamos los mejillones, quitamos las barbas y ponemos en una cazuela con 1/2 vaso de agua, 2 hojas de laurel y un poco de sal. Tapamos y cuando hierba dejamos 5 minutos hasta que se abran todos los mejillones. Retiramos del fuego y escurrimos el agua. Sacamos los mejillones de las conchas.

Mientras limpiamos los champiñones y laminamos.

Ponemos en una cazuela agua al fuego donde vamos a cocer la pasta, cuando comience a hervir agregamos sal y las helices o pasta elegida. Dejamos unos 8 - 11 minutos según lo que se indique en la bolsa.

En una cazuela baja o sartén ponemos a pochar la cebolla picada fina con un poco de sal, después le agregamos el ajo y pimiento también picaditos.

Cuando tengamos las verduras le agregamos los champiñones que cocinaremos hasta que comiencen a coger un poco de color, agregamos sal, lo que hará que suelten agua y después de un par de minutos incorporamos el vino blanco, dejamos cocinar hasta que se evapore el alcohol y agregamos los mejillones.

Cuando la pasta esté cocida la escurrimos y lo incorporamos a la salsa, mezclamos y listo para comer.

Esta semana creo que promete, entra la primavera y supongo que comenzará el buen tiempo para quedarse. Y me apetece dejar un poco los jerseys gordos y ponerme alguna camiseta de manga corta, incluso comprarme alguna que ya he echado el ojo en alguna tienda, y a los niños que estoy viendo una boniteces...

Asi que hoy traigo una receta muy muy rica, de esas que te dan alegría solo con verlas y al comerla ya te cambia hasta la sonrisa. No es muy dificil aunque si es necesaria una batidora de varillas para no dejarte el brazo al montar el merengue pero vamos que os encantará.

Además la he preparado con una infusión, ya sabeis que no soy cafetera y tengo miles de tés e infusiones en casa. La de hoy es de Pompadour de tarta de manzana y caramelo y sin azúcar, por lo que te puedes dar un capricho y sin remordimientos. Es una novedad y me venía en la Disfrutabox de este mes, si es que molan están cajas con cosas nuevas tanto de alimentación como de belleza, también venía una mascarilla que me vendrá genial para intentar refrescar la cara y que no se note la falta de sueño.

Bueno yo por mi ya te lo he dicho todo y si aún no te ha convencido con mirar la tarta creo que te pondrás a prepararla 

Comenzamos poniendo a hervir la leche en un cazo para luego introducir las bolsitas e infusionar. Dejamos enfriar, y escurrimos bien, se reducirá a 60 ml que es la cantidad de líquido que necesitamos.

Para prepar el bizcocho, separamos las claras de las yemas. En un bol ponemos las yemas junto con el aceite, 20 gr de azúcar y la leche infusionada y fria. Lo batimos bien hsta que claree y espumee.

A parte tamizamos la harina junto con la levadura que se lo añadimos a esta preparación con cuidado.

Por último batimos las claras casi a punto de nieve, y agregamos los 100 gr de azúcar restantes sin dejar de batir hasta formar un merengue.

Incorporamos 1/4 del merengue en la mezcla anterior con espátula y moviemientos envolventes, después agregamos el resto de la misma forma para que no se baje el aire.

Vertemos sobre un molde de angel food (redondo con chimenea y patitas) sin engrasar, taranquilidad que se desmolda bien.

Metemos en el horno precalentado a 170ºC durante 30 minutos, cuando veamos que está doradito y al pinchar sale limpio. Sacamos del horno y damos la vuelta hasta enfriar totalmente (1h) sobre sus patitas o sobre una botella. PAsado el tiempo pasamos un cuchillo alrededor y desmoldamos.

Para hacer la manzana caramelizada que le acompaña, pelamos las manzanas descorazonamos y cortamos en gajos. En un cazo ponemos el azúcar junto con el agua hasta tener un caramelo, incorporamos la mantequilla hasta derretir y metemos la manzana, dejamos cocinar unos 5 minutos.

Sí, es una tarta muy famosa en la blogosfera y las redes sociales, pero claro por algo será. En casa la habré hecho mil veces, bueno tantas no pero muchas sí y es que tiene todos los ingredientes para ser un éxito: cacao, cerveza, queso y además es facilita. No se puede pedir más!!!.

Y el otro día me dí cuenta que no la tenía publicada, la receta la tengo en papel (como todas aquellas que más utilizo) pero no estaba en el blog. Asi que de hoy no pasa, además mañana es el día de San Patricio, San Patrick day, fiesta en Irlanda y si hay una cerveza puramente irlandesa es la Guinnes. Por lo que hoy la entrada dedicada a los irlandeses y a los que les gusta la cerveza, a los que les gustan los dulces y a todos los que me seguis.
Además puede ser una buena idea para sorprender al papá el domingo. Toma nota que es muy fácil.

Comenzamos preparando el bizcocho ya que conviene que esté frio para poder poner la crema.

En un cazo ponemos la cerveza al fuego sin que llegue a hervir. Cuando veamos que  ya tiene calor añadimos la mantequilla a trozos hasta que se derrita. Retiramos del fuego y reservamos para que se atempere.

A parte en un bol mezclamos los ingredientes secos, es decir, cacao, harina, azúcar y bicarbonato, lo mezclamos bien.

En otro bol mezclamos los líquidos: la nata, huevos y vainilla, donde agregaremos la mezcla de cerveza ya atemperada.

Mezclamos los ingredientes líquidos sobre los secos hasta obtener una masa homogénea sin grumos.

Vertemos sobre un molde que hemos engrasado previamente e introducimos en el horno precalentado a 180ºC durante 50 minutos.

Sacamos cuando veamos que al pinchar la aguja sale limpia. Dejamos enfriar en el molde.

Para la crema:

Montamos la nata y reservamos en el frigo. A parte en un bol mezclamos el queso con el azúcar hasta tener una crema ligera y sin grumos. Después vertemos sobre la nata y mezclamos con movimientos envolventes.

Este año me he propuesto probar ingredientes nuevos pero que no sean muy difíciles de encontrar, la verdad es que en Palencia a veces me resulta un poco complicado comprar algún ingrediente cuando me topo con alguna receta que quiero hacer pero bueno, poco a poco se va solucionando con tiendas que van abriendo especificas. En esta receta me he decantado por el coco, y alguna de su vertientes, conocida mundial mente es la leche, de hecho la puedes encontrar en cualquier súper sin problema. Pero para esta receta he usado harina y aceite de coco. Ahora preguntareis por estos ingredientes, el aceite de coco también se le suele conocer en recetas saludables para sustituir mantequilla u otra grasa pero que pasa con la harina?

Algunas características de la harina de coco:

Algunas características del aceite de coco:

Creo que las galletas príncipe son una de esas que nos han acompañado desde la infancia, y es tan básico como un par de deliciosas galletas unidas por una crema de chocolate. Vamos el pan y chocolate de siempre mejorado. Cuando te haces mayor dejas de comer galletas así y la verdad es que no sé muy bien porqué, o aprovechas a cuando eres madre para compartirlas con tus peques.

Hoy para todas aquellas personas que les da vergüenza comer galletas "infantiles" y para las que no también os traigo estos ricos, no! riquísimos vasitos.

Agradezco a Degustabox que en la caja de este mes hubiese estas galletas que además vienen mejoradas porque son maxichoc, y un extra de chocolate siempre es bienvenido. En esta caja Samu también ha sido feliz porque traía ketchup especial para él, de star wars de chovi kids...

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Bueno sin más os dejo que vayáis a por una cuchara y os invito a degustar un vasito de galleta príncipe delicioso y muy fácil de preparar.

Separar las galletas de la crema de chocolate

Mezclamos la crema de chocolate con la leche, 1 cucharada de azúcar glass y el mascarpone, hasta tener una crema homogénea.

A parte montamos la nata junto con la cucharada de azúcar glass y la vainilla, lo metemos en una manga con punta rizada y reservamos.

Trituramos las galletas hasta hacer polvo, reservamos 2 cucharadas y el resto lo mezclamos con la mantequilla derretida o con leche (porque al meterlo en el frigo si no la masa queda muy dura si es mucha mantequilla)

Cortamos el plátano en rodajas y montamos el vaso.

Ponemos en la base una capa de galletas bien aplastado, después cubrimos con una capa de plátano, rociamos un poco de sirope y cubrimos con la crema de chocolate. Por último la nata y espolvoreamos un poco de la galleta triturada que habíamos reservamos.

Venga que ya es jueves!!! Esta semana se me ha hecho un poco rara con el carnaval y Samu en casa un par de días, un miércoles para olvidar pero bueno ya no queda nada para el finde. Además estrenamos mes. Así que porque sí, que nos lo merecemos hoy comemos bizcocho, pero es distinto a lo que estés habituado, el color muy oscuro puedes pensar que es café o chocolate, pero nada más lejos de la realidad, no lleva ninguno de esos dos ingredientes y mira que es raro que no use yo chocolate. Este color se le dan los cereales de Eko. Sí, el Eko recuerdo de pequeña que mi hermana queria tomar café (con 3 años) y mi madre no la dejaba, entonces le daba Eko porque según ella era el café de los niños.

Asi que hoy recuerdo aquella época y lo tomamos en un rico bizcocho, debo decir que está brutal y para quienes no les guste el café este les va a encantar con todo su sabor a cereal. El glaseado para acompañar si lleva chocolate, pero blanco que es menos chocolate.

Precalentamos el horno a 180ºC

En un bol tamizamos la harina junto al Eko, la levadura, bicarbonato y sal. Reservamos.

Sacamos las semillas de la vaina y lo mezclamos con la vainilla y la nata (o yogur).

Comenzamos con la masa, para ello batimos la mantequilla junto con el azúcar hasta tener una crema homogénea. Después incorporamos los huevos uno a uno, hasta que el primero no esté bien integrado no añadimos el siguiente.

Ahora es el momento de incoporar la nata con las vainillas y el aceite sin dejar de batir en forma de hilillo.

Comenzamos a incorporar los ingredientes secos, lo haremos de 3 veces alternando con la leche.

Cuando la mezcla esté lista y homogénea, lo vertemos en el molde previamente engrasado. Introducimos en el horno durante 45-50 minutos dependerá de horno.

Pasado el tiempo dejamos enfriar en el mismo molde 10 minutos sobre rejilla, desmoldamos y dejamos enfriar totalmente.

Para hacer el glaseado que verteremos cuando el bizcocho esté totalmente frio, derretimos al baño maría el chocolate junto con la leche, la mantequilla y las semillas de la vainilla. Dejamos enfriar unos minutos y añadimos el azúcar glass.